martes, 11 de enero de 2011

He de dejar fluir...

En esta noche oscura espero encontrar algo de luz.
No se ven brillar las estrellas y desde mi ventana tampoco distingo a la Luna.

Las palabras resuenan en mi mente... Dulces en el momento en que las escuché, amargas cuando se repiten sin cesar recordando mi indecisión.
Palabras dirigidas a mí... Exactamente la misma palabra pronunciada por esos dos corazones que ya son parte de mí.

Mi brújula gira y gira... Señala ambos polos. Más indecisión dentro de mi pecho.
Confusión, no sabes qué hacer, no saber si lo que haces es lo correcto... No saber si lo que hago está bien hecho.


Puede que sí que sepa cual es el camino que he de seguir, el camino al que mi brújula terminará apuntando. Pero siento dentro de mí que aún no es el momento... Cómo si mi obra fuese recorrer una escalera y, al final de ella, se encontrase esa dirección que tanto anhelo.
No sé cómo me las apaño, pero siempre termino haciendo daño a alguien. A alguien que me importa. ¿Seré egoísta? Ahora mismo, tome la decisión que tome, terminaré haciendo daño a alguien... Y sea cual sea esta decisión, una parte de mi estará feliz, mientras que la otra, se hundirá... ¿Seguiré siendo egoísta?

Sigo pensando... Ahora, sólo quiero seguir con "lo que tengo" hacia adelante, y que lo que tenga que ser, sea... Al fin y al cabo, la última palabra siempre la ha tenido el tiempo.
Como bien decimos una amiga y yo cada vez que nos juntamos... "El tiempo fluye, la energía fluye, todo fluye... déjalo fluir, y siéntelo."

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