viernes, 28 de septiembre de 2012

Circunstancias

"La gente siempre culpa a las circunstancias de lo que ellos son. Yo no creo en las circunstancias. Las personas que avanzan en este mundo son las que se levantan y buscan las circunstancias que desean. Y si no las encuentran, las crean." 
George Bernard Shaw, escritor irlandés.

Últimamente me estoy fijando en la cantidad de actualizaciones en los medios sociales, tales como Facebook, donde dichos estados siguen el ejemplo de "no juzgues mi forma de ser, porque no sabes por todo lo que he pasado". Me he topado también con gente que, cuando actuaba de una forma que a mí me resultaba ilógica y le preguntaba el porqué, sus respuestas eran del estilo "he sufrido mucho y por eso ahora soy como soy, y no voy a cambiar".

Estos sucesos me han hecho pensar y sacar la conclusión de que el mundo necesita excusarse echándole la culpa al pasado de cómo es él o ella en el presente. La mayoría de la gente se vuelve irresponsable ante sus actos presentes tratando de buscar terceras personas o acontecimientos pasados.
Como ya dijo Larra en uno de sus tantos artículos, "las circunstancias... palabras vacías de sentido con las que trata el hombre de descargar en seres ideales la responsabilidad de sus desatinos".

Uno de los grandes privilegios humanos es poder crecer y aprender de los errores del pasado para no trasladarlos a lo que es ahora el presente, y continuar mejorando para no llevarlos a lo que será el futuro. ¿Por qué depender de que alguien haga algo mal para tenerlo que hacer yo mal? Es una pregunta que muchos deberían hacerse y que por suerte algunos se la hacen. El resto, se limita a actuar con irresponsabilidad dejando caer la culpa en lo duro que fue su pasado. Por lo tanto, estas personas demuestran no haber aprendido nada, puesto que no han crecido sobre ese pasado problemático.


"No somos disparados a la existencia como una bala de fusil cuya trayectoria está absolutamente determinada. Es falso decir que lo que nos determina son las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter". 
José Ortega y Gasset, filósofo y ensayista español.

Una persona cuando hace surf y se cae, no culpa a la ola (y esta es cambiante a cada segundo). Un surfista de verdad está atento a lo imprevisible y hace gala de buenos reflejos para superar lo aparentemente imposible superando las circunstancias. La vida del día a día no deja de ser una ola. Las crisis personales son extraordinarias oportunidades para crecer y esto sólo es posible cuando reconocemos nuestro papel protagonista en dichos sucesos. Por el contrario, existe en muchos casos obstinación por "tener la razón". Esto lo único que consigue es cegar y que el error se pueda cometer nuevamente. Hay quien afirma que nadie le comprende, tan solo las pocas personas que conocen su pasado (las cuales se han limitado a ejercer una tolerancia en lugar de verdadera comprensión). Esto no es más que soberbia por no asumir la responsabilidad de los hechos de su vida.

Es triste y, a la vez, maravilloso darnos cuenta de nuestras equivocaciones. Triste porque a nadie le sienta bien el saber que se ha equivocado, y maravilloso por todo lo que se puede aprender de ello.

domingo, 18 de marzo de 2012

La comprensión de la comprensión

Cuántas veces habremos tenido la necesidad de encontrar a alguien que sea capaz de compartir con nosotros pensamientos, sentimientos e ideas en algún momento determinado. Cuando nos sentimos comprendidos entramos en un estado de alivio, de tranquilidad. Pero, ¿de verdad somos capaces de comprender a los demás?

Nunca me había preguntado qué era comprender a alguien, hasta ahora. Y, para mi sorpresa, encontré dos términos que se suelen usar como sinónimos siendo, en realidad, dos cosas diferentes. Esto es, entender y comprender, cuya similitud es la misma que hay entre los verbos oír y escuchar. Comprender va más allá de simplemente entender, siendo esto tan solo una limitación a saber qué te quiere expresar alguien. Comprender algo es entenderlo tan profundamente como si te estuviese pasando a ti mismo. Los actos se pueden ver con "naturalidad", haciéndonos conscientes de nuestra fragilidad y a veces creando la convicción de que podemos caer en la misma situación. Esto es similar a lo que se entiende por ser empático. Pero hoy en día es peligroso asociarlo con este término.

Por ejemplo, un trabajador que entienda una orden de su superior, entiende que es una orden y debe acatarla si no quiere que le despidan. Por el contrario, un trabajador que la comprenda sabrá lo que hay detrás de esa orden y de quien la ordena. Claro está, que se cumple la función de entendimiento, pero junto con ella sabrá que su jefe habrá cometido ciertos errores y busca otras salidas, que los superiores de él son más severos e irresponsables que él contigo, que hay una responsabilidad mayor en todo lo que tu hagas, etc.

Un dato importante es que comprensión no es tolerancia. La mayoría de las personas que creen comprender saltan directamente a tolerar y permitir todo tipo de infracciones contra su persona a causa de esta falsa comprensión. Opino que la "tolerancia" (puestos a llamarla así) debe traducirse como la confianza que tenemos en los demás para que superen sus obstáculos.

El comprender te puede llevar a aflojar o tensar la situación ante la que te veas expuesto. Esto es, porque implica tener conocimiento de más por qués que si sólo se entiende. A qué grado se aplica cualquiera de las dos opciones anteriores, es algo que conlleva más de este conocimiento. Aflojar puede implicar no comprender, sino que se ha llegado a un punto en el que has dejado de pensar y solo te has quedado con los puntos en común que comparan tu humanidad con la de la otra persona. Y tensar, puede llevar a perder la ya dicha humanidad. La mayoría de las veces los sentimientos juegan un papel importante. Una persona exaltada, triste o molesta se sujeta a la emoción del momento, lo cual reduce su capacidad de reflexión con la posibilidad de decir o de hacer cosas que verdaderamente no siente. 

Por lo demás, hay personas que solo se limitan a ser comprendidas y después no son capaces de pensar y analizar lo suficiente como para poder decir un "sí, te comprendo" que verdaderamente implique la palabra en sí misma. De todos modos, hoy en día todos utilizan palabras sin saber qué significan ni qué valor tienen, desprestigiándolas.

Al ser una persona que sabe comprender y, por tanto, actuar consecuentemente sin dejarse llevar por valores asociados a la comprensión sin ser esta misma, se puede afirmar el llegar a ser una persona de estima, a quien se puede recurrir en cualquier circunstancia.



With the collaboration of Kokorokid.