jueves, 23 de diciembre de 2010

Memorias. Enfermedad fantasma


Fibromialgia = Fantasma. Enfermedad de los ricos.

Dicen que la sonrisa se pierde con los años (en algunas personas). Yo la he perdido con esta enfermedad.
Con el tiempo fui perdiendo muchas cosas. No tengo ganas de salir a la calle, no quiero estar con la gente, siempre estoy chillando e incluso soy egoísta.
Pero me he encontrado con algo que no tenía: ponerme en el lugar de otra persona antes de juzgarla.
Necesito mucho que me quieran y abracen... Pero no cualquier persona.
Cada día me siento más sola, y es algo que me da lo mismo.
Me envuelve una gran tristeza, pero he de ir con una máscara... No quiero que nadie lo sepa.
El fantasma que llevo conmigo es enorme y cada día es más malo.
Pero yo sigo luchando. Primero por mí, por mis hijas, y por mis padres. Ellos sin darse cuenta me dan cada día la fuerza que necesito para no caer, o decir "no puedo más".
Pero la enfermedad es dolorosa, muy dolorosa. Te quema todo el cuerpo. Hay días que me cuesta andar... Incluso ahora, que estoy escribiendo, me duelen las muñecas y los codos.
Pero seguiré luchando, aunque no sé por cuánto tiempo más... Quizá un día me derrumbe y ya no me levante jamás.

He aquí lo que escribió una persona en su día... Lo que en una hoja se hallaba.
Hoy me he decidido a ponerlo aquí.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Rojo y Azul


Siempre en secreto. Cada vez que hablaban sobre ellos mismos, era en secreto.

Un ella y un él les camuflaban… Camuflaban la belleza que les unía.

Pero ambos eran conscientes de ello. Aún así, siguieron comportándose como si nada… Camuflándose… Y sabiendo que eso era inútil ya que ambos se conocían.

Y por fin, aquel día, ese anonimato del que ambos eran conscientes, desapareció. Ella cobró nombre y rostro. Él también. No era un secreto, pues, eran conscientes.

Pero que sonido más bello, aquel que hizo que ambos pudiesen tener nombre. Que ambos se hablasen por fin de “tú”…

Dejaron la belleza de la poesía del desconocimiento para adentrarse en una nueva… Otro arte, pero sin hacer que esta belleza disminuyese.

Sí… Ambos permanecerán unidos. De una forma u otra, eso será lo de menos mientras que las dos almas permanezcan unidas… Tal y como llevan desde el momento en que crearon contacto. Tal y como llevan desde el momento anterior a verse los rostros… Tal y como llevan desde que sintieron que sus almas estaban conectadas, unidas.

Ahora, la Flor tiene sus pétalos elevados hacia ese nuevo Sol que apareció ante ella, ese Sol que la hizo dejar de morir… Mientras que escucha los trinos del Ave, aquellos trinos que no la abandonan… Aquellos trinos que comparte su alma…

La Flor, entre dos colores… El Azul representando al Ave, a sus Almas… Y el Rojizo mostrando al Sol, ese Sol que la ayudó a Renacer.

Ambos importantes… Ambos necesarios… Uno comparte su Amor y el otro su Alma.


martes, 23 de noviembre de 2010

Brisa

Y hoy, un día más, vuelvo a sentir en mi interior ese anhelo.
Mirar al cielo y ver todas las estrellas y cada una de sus luces.
Suspirar y alcanzar a la Luna.
Mirar al horizonte y sentirme parte de ella… Cómo hacía antes…

¿Recuerdas?

Antes te visitaba todos los días.

Antes me saludabas incluso aunque la distancia nos separase. Pero la distancia no era grande, ya que tu venías conmigo…

Cada árbol, mar o cielo, cada brisa de aire… Me susurrabas palabras que nunca supe entender, pero lograbas que las sintiese dentro de mí… y que no quisiese marcharme de allí…

Y en este momento, nuevamente siento tu falta…

¿Dónde estás, mi maravillosa brisa?

A veces siento que me llamas… Tu susurro es débil, pero aún así llega a mí con fuerza…

Cuando regrese, ¿volverás a volar conmigo por las ondas que creas en las hierbas?

Eres parte de mí y siempre lo has sido… Eres mis raíces. Y aunque no te entienda cuando hablas, lo siento dentro de mí.


Y ahora me queda recordarla, sabiendo que nos volveremos a fundir, cómo hacíamos en antaño… Aquellos días en los que yo seguía su voz con las ideas, provocándome paz y emoción.


Necesito sentirte… Volver a sentir que eres parte de mí.

Que me hagas ver si estoy haciendo lo correcto… Eres parte de mi camino, un camino en el cual me pierdo y me encuentro…

Coge mi mano... Cómo hacías antes.


lunes, 8 de noviembre de 2010

Muerte cuando otro muere

Hay gente que muere cuando le da un paro cardíaco.
Otros, porque han tenido un accidente que les ha llevado a esa muerte.
Algunos están muertos en vida, como aquellos que están en estado vegetal.
También hay gente que camina por el mundo, como aquel que va vagando... Otro tipo de muerte en vida.
Y luego están aquellos que mueren cuando alguien cercano a ellos muere.


Hoy, esta noche, voy a hablar sobre este último caso que he mencionado.

Alguien muere pero tu has de seguir adelante con tu vida.
Algunos tratan de llevar esto a cabo y lo consiguen. Otros, no... Y creen que no ocurre nada en ellos, pero en realidad, sí.
En algunos, parece que su propia alma se ha ido junto con la del difunto.
En otros, es como si la persona en concreto dejase entrar al alma dentro de su cuerpo. Siente de algún modo que ahora él debe ocupar el lugar de esa persona, dejando de ser él mismo para convertirse en un fantasma que está en un cuerpo que no es el suyo.

No hay mucho más que decir. Simplemente quería decir esto, aunque resulte corto...


viernes, 15 de octubre de 2010

La mente cambia

En sí, no tengo mucho que decir. Y en sí, no es que tenga nada que decir.

Simplemente (y nuevamente) necesito escribir. Y esto que voy a contar hoy, me gustaría poder hacerlo mediante esquemas, porque seguro que se entendería mejor. Pero bueno, tengo fe en que se entienda lo que quiero transmitir… Espero que mi escrito no resulte demasiado cargante.


Naces. No tienes consciencia de tu ser, ni siquiera tienes consciencia del ser en sí. “Ves” muchas manchas a tu alrededor, las cuales aún no eres capaz de discernir. Ya sea porque acabas de abrir los ojos y necesitas acostumbrarte a esa luz, o ya sea porque aún tengas que “aprender” la lección de “puedo ver” (de la cual no tienes constancia hasta que vives los primeros años).

Tus padres y el resto de la familia, y amigos de estos, te compran y regalan juguetes y ropa. Tú aún no sabes qué acción es esta. Sólo te interesa tocar lo que te tienden y mirarlo todo con los ojos bien abiertos. Estás descubriendo el mundo, un mundo en el cual ves que todo es más grande que tú…

Descubres que tienes cuerpo, y no te lo crees. “¿Qué es esto?” se pregunta tu cerebro al elevar las manos y mover los dedos. “Uy, si se mueve…” es lo siguiente que pasa por la mente… No conoces las palabras, pero se mueve por tus neuronas como imágenes que te permiten ir conociendo.

Bien, has descubierto que tienes manos, pies, y un cuerpo que te sostiene. Y eres la criaturita más feliz del mundo. Papá y mamá te miman, las otras personas que vienen a casa también te dan mucho cariño y, además, a veces llevan cosas con ellos y esas cosas te las dan a ti, para ti.

Sigues descubriendo, junto con ese mundo que es más grande que tu pero que se centra en una zona pequeña, tus sentidos. Tocas, ves lo que tocas, lo puedes saborear, si se cae hace ruido, y a veces, tiene olor. ¡Oh, qué mundo más maravilloso! Pero cuando te caes al suelo, te haces daño… Y eso ya no mola tanto… ¿verdad? Pero bueno… no pasa nada… “Suelo malo”, dice papá mientras que te levanta. Papá y mamá siempre están ahí cuando te caes para ayudarte a levantar… ya que eres pequeño y te han de ayudar.

El tiempo pasa, vas comenzando a hablar y ya quieres aprender a correr tan bien como lo hacen tus padres. Te encanta poder ir haciendo cosas nuevas y, sobre todo, poderlas ir haciendo por ti mismo. Y lo que más te gusta, es cuando alaban lo que has hecho y, nuevamente sobre todo, cuando añaden “que mayor te estás haciendo”. Sí, te haces mayor… Qué bien que los demás sean capaces de reconocer tu trabajo… ¿eh? Y que bien que les guste lo que haces… Eres un artista, hay que reconocerlo… Y te sientes orgulloso de aquello que hayas podido hacer por ti mismo.

El primer día de colegio, no conoces a ningún otro niño… Todos sois más o menos de las mismas edades. Aunque tu eso no lo piensas, sino que directamente ves niños que parecen más mayores y a otros que parecen más pequeños. Hacer amigos no te es tarea difícil… Es un don que suelen tener los niños a esas edades. Y más o menos te desenvuelves bien… Aunque a ese niño de allí parece que no le gusta tu pelota, pero bueno, da igual… él no juega y punto.

En el colegio, según pasan los años, vas aprendiendo, evidentemente, tus lecciones diarias. Pero también aprendes a convivir con tus compañeros, a vivir en la sociedad y, sobre todo, vas madurando como persona.

Según creces, te dejas llevar un poco por tus amigos… Si a tu mejor amiga no la gusta ese libro que tienes, por mucho que a ti te guste, te desharás de él porque a tu amiga no le gusta. Y oye… ¡Fidelidad con una amiga ante todo! Que es la mejor amiga del mundo mundial… Y como se acerque ese niño a nosotras para quitarme a mi mejor amiga, ¡me cabrearé y me cabrearé! ¡Ella es sólo mía!

Y si tu amiguísima del alma te dice “uy… es que eso que haces es una tontería”, pues por mucho que a ti te guste eso que estás haciendo, paras de hacerlo. Porque a tu amiga no le gusta y tú te sientes mal si haces algo que a tu amiga no le gusta. Por lo tanto, ¿qué pasa? Que terminas dejando que te dirijan (o, quién sabe, quizá quién dirija eres tú y tu amiga la que acate).

¿Y luego también qué pasa? Que tu compañero de mesa tiene un nuevo videojuego, que es mucho más divertido que el tuyo, y tú también lo quieres… Y ya no eso, sino que se puede dar el caso de que el videojuego que tú quieras sea superior al de tu amigo… Je, je, je… Así molarás tú más.

Aunque claro, por mucho que los amigos tengáis la misma edad, no significa que piensen igual… Al principio de la vida, todo es más sencillo y la más mínima “tontería”, como descubrir que se tienen manos, logra hacer que esa criatura sea la criaturita más feliz del mundo. Pero según vas tomando consciencia, tus pensamientos van variando. En algunas personas con más rapidez, en otras con menos… Pero al final, esa evolución acaba llegando. Según creces, todo se va volviendo cada vez más complejo (y a mí me va a resultar difícil el intentar escribir visionando desde varias formas de ser a la vez… Así que intentaré hablar de una forma un poco general).

Cambias de etapa. Te estás convirtiendo en toda una mujer o en todo un hombre.

Ahora ya, te preguntas “¿Felicidad?”, porque ya cada vez quieres más, porque ya no te conformas con pequeñas cosas. Por lo tanto, ya no eres feliz (recordemos a esa criaturita feliz con cosas insignificantes… Ahora, eso ya se ha extinguido).

Tienes tu gente, tu familia, y tus cosas en general. Te puede gustar o no gustar el conocer gente nueva; te puede gustar más o gustar menos el salir… Pero vamos, intentas pasarlo bien.

Tus amigos, son tus amigos. Habrá con alguno con el que tengas más feeling que con otro. Habrá otros tantos que puedas decir “estos son verdaderos amigos”. Ojo: En la infancia tenías un único mejor amigo, y ahora, no es que tengas mejor amigo, sino que puedes decir de varias personas que son importantes para ti. La mente se modifica (claro que, ya digo… esto depende de la persona).

Sí, tendrás tus fallos, y tus caídas, y tus discusiones con amigos. Pero de ahí se sale siempre. Si los amigos, verdaderamente son amigos, por mucho que discutan, lo seguirán siendo. De algún modo u otro, en una discusión se termina llegando a un acuerdo.

Y también, aprendes a no volver a caer con la misma piedra. Si de verdad quieres no repetir errores, aprendes de ellos. Te hacen más fuerte, y eso es positivo, porque te pueden hacer crecer como persona aún más, por la experiencia que eso conlleva. Y también aprendes a comprender a tus amigos. Sólo que no siempre se comparten opiniones y es difícil… Pero mientras ambos se comprendan, todo bien. Puede que no compartan una misma idea hacia algo… Pero es decir “yo no comparto lo que piensas, pero lo respeto”. Cada cual es cada cual. Y, sobre todo, una mente que se está intentando formar a ella misma, es muy complicada de manejar… Ya que esa mente, tendrá sus propias opiniones. Respetará las opiniones de los demás, pero las suyas seguirán siendo suyas y punto.


Bueno, continúo… (Que ahí arriba ha habido un momento en el que me he entusiasmado un poco xD) El tiempo sigue pasando, sin detenerse… Y ¿qué ocurre? Pues que eres una persona humana… Con emociones, sentimientos, y necesidades.

Puedes haber tenido varias parejas. Pero un día, un día te encuentras con que llega una persona… hacia la cual piensas que no es una simple persona, sino que es LA persona. A su lado, te sientes él más afortunado del mundo, y cada minuto que pasáis separados, son minutos que restas para la siguiente vez que os volváis a ver.

Aunque conozcas desde no hace mucho a esa persona, sientes como si la conocieses de toda la vida.

Llega un día, en el que te empiezas a plantear en serio si le amas verdaderamente… y caes en la conclusión de que sí…

Sí, vas a hacer tu vida… Lo único que eres tan sumamente feliz con tu pareja, que a tus amigos, sin querer, les dejas de lado… No tienes por qué dejar a los amigos de lado. No tiene por qué ocurrir. Simplemente, dedicarás más tiempo a tu pareja. Y al igual que tú vas a tu bola, haciendo tu vida, tus amigos también han de ir a su bola haciendo su vida. Pero eso, como ya he dicho, no significa perder amistades. Sino que, simplemente, cada uno empieza a tomar su sitio en el mundo.

Y mientras que el buen rollo no desaparezca, todo genial.

Que es lo más importante… Cuando alguien decide hacer su vida, dejar a ese alguien que haga su vida. Y si se equivoca, pues ya rectificará… Y si necesita ayuda, pues tiene a sus amigos…

No está bien que, porque alguien decida hacer su vida, que porque alguien decida ser feliz, luego dejarle abandonado cuando se ha caído y le cuesta levantarse…

Sí, la amistad ha perdido lo que tenía en antaño… Pero sigue siendo amistad… Y ahora, es una amistad más madura, porque se supone que somos maduros. Así que a tomársela como tal.


Sobre todo, lo que quiero destacar en este escrito son cuatro cosas:

- Que las cosas más insignificantes son las puertas a la felicidad;

- Que cuando estás en la ignorancia todo te parece maravilloso. Y cuando te das cuenta de la realidad, si no sabes como canalizarla, te das cuenta de su verdadero dolor;

- Que cada uno lleva las riendas de su propio camino. Y a quién le guste, bien. Y a quién no, pues también bien;

- Que al crecer, mentalmente también sigue una madurez, y hay que tener constancia de esta… No creer que se es maduro, cuando en realidad no se es. Sino tomarse las cosas con más filosofía.


PD: Este escrito no está concluido... Aún me queda mucho por decir, para que le pueda dar por acabado... Así que supongo que en un futuro escribiré lo que se podría considerar como la continuación.

viernes, 1 de octubre de 2010

Tu propio rumbo


A veces, cuando uno toma una decisión, puede afectar a terceras personas. A unos les afecta más directamente que a otros, o puede ser que en realidad no les afecte.

Sí, tenemos que tener cuidado con las decisiones que tomamos, ya que se pueden ver otros incluso involucrados.

Pero hay veces, que esa decisión que tomas es para dirigir tu vida. Puede que eso afecte a alguien de una forma directa… Pero al fin y al cabo, es tu propia vida y tú decides por dónde encaminarla.

Puedes satisfacer a los demás. Claro, que esto no significa descuidarse a uno mismo. Sino que simplemente actúas de forma que intentas que las cosas vayan lo mejor posible, de forma que al volver a casa, estés contento contigo mismo sobre cómo han ido las cosas. Pero en el momento en el que se te ocurre pensar un poco en ti, sólo en tu propia persona, parece que a las terceras personas les molesta. “Qué pasa? Ya no te importo, verdad?”, eso es lo que ellos pueden pensar. Y qué te ocurre? Que tú te sientes mal.

Pero verdaderamente deberías sentirte mal? Estás escogiendo tu propio camino. Sin perturbar a nadie. Simplemente, escoges por dónde tú mismo quieres ir o sientes que debes ir. Es tu vida, no la de ellos… Así que debes escoger en tu vida sintiéndola como tal: tuya. Las personas, sólo tenemos dos cosas que son verdaderamente nuestras y que no hemos de permitir que nos las arrebaten: el libre pensamiento y la vida. Si nos las quitan, quedaremos como productos de esta sociedad, o como productos de lo que las terceras personas han hecho de nosotros…

Ellos, ellos están llevando a cabo su día a día. Por qué tu no vas a poder? Qué vives? Para complacerles? Está bien no abandonarles, porque no es eso… Pero si interfieren en tu rumbo hacia tu camino, has de pararles… Porque si no les paras tú, te pararán ellos a ti, y no podrás avanzar. Y seguramente, eso te acabará haciendo sentir que eres infeliz, ya que no has seguido tu camino, tu propio camino… Sino que has tomado el que los demás han querido para ti.

Llegará un día, en que tengas que alzarte, y recuperar el timón de tu barco y, nuevamente, a la mar, a dónde te lleven las olas… Allá dónde se encuentre tu camino.

Y si pierdes marineros por el camino, te dolerá… Pero si has de querer ser feliz llevando tu propia vida, a ser infeliz llevando la vida de otro, iza las velas, y rumbo a tu lugar…

Y si te chocas y te hundes, no te alarmes… Reconstrúyelo y sigue hacia adelante. Hundiéndote y reconstruyéndote aprenderás a ser más fuerte y, quién sabe, quizá logres llegar a tu meta, o a lo que sientas más parecido a ella.

Si hay terceros que se han sentido ellos mismos involucrados (indirectamente), tal vez suene un poco "egoísta", pero ellos, ellos van a llevar su vida adelante. Tú, si tomas el camino de ellos, no. La vida es así, egoísta. Tenemos que pensar por nosotros mismos, porque sino, no seríamos nosotros.

Lo importante, es que tomes la decisión que tomes sobre tu propia vida (sin incluir a nadie más), y que logres llegar a ser quién tú eres, sin verte atado a una vida que no sientas como tuya…

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Felicidad... What's that?


La felicidad... ¿Por qué nos preguntamos “qué es la felicidad”?

No somos felices. Si esto fuese así, el mundo sería completamente diferente, todo lo que nos rodea sería distinto. Somos seres infelices que nos satisfacemos con cosas mezquinas, somos peleones, somos cobardes... Aunque poseamos grandes casas, conocimientos, hijos, riquezas o experiencias, seguimos siendo desdichados y tristes. Por eso queremos encontrar “la felicidad”. Y así nos dejamos arrastrar por las promesas de dinero, crecimiento personal, gentes, etc.

¿Comprendemos el sufrimiento? Esta sería la verdadera pregunta. Somos felices cuando no sufrimos; por lo tanto, debemos comprender qué es el sufrimiento. ¿Pero cómo sabremos qué es el sufrimiento, si nuestra mente está cegada en encontrar la felicidad? Solo somos conscientes del sufrimiento cuando no sentimos la felicidad. Pero siempre es una cuestión que se nos escapa.

La felicidad, es como el amor. No son cosas que se puedan buscar, sino que llegan. Si las buscamos siendo conscientes de ellas, nos evadirán, y ya no serán ni amor ni felicidad.

Pero, ¿puede uno encontrar felicidad? Quizá pueda encontrar una satisfacción. Pero no la felicidad. Entonces, pues, ¿de qué hablamos cuando nombramos la felicidad? ¿De la falta de sufrimiento?

Una vez dicha esta reflexión (que presenté en un trabajo en este último curso) continúo escribiendo…

He sentido en mí misma que la satisfacción de necesidades te acerca más a la felicidad… Pero lo “malo”, es que esto es temporal. En cuanto la necesidad se ve satisfecha, y puedes decir “uy, que feliz soy”, al rato, esa sensación se disipa, y lo más probable es que dentro de poco te vuelva a entrar esa necesidad que hace un rato habías satisfecho.

Sí, la ausencia de sufrimiento puede ser felicidad. Pero también lo es la ausencia de deseos… La ausencia de necesidades.

Si no tienes ningún deseo para satisfacer, no te sientes desdichado, por lo que sientes plenitud. Y la plenitud, es paso a la felicidad. A una felicidad que podría ser duradera, me atrevería a decir.

Sentarte en la hierba y mirar al horizonte con los ojos cerrados; quedarte muy quieto dejando que las melodías que te hacen vibrar entren en ti y no salgan; mirar la puesta de Sol, al lado de esa persona que consideras especial, y no querer nada más… Simplemente sentir que el tiempo se detiene mientras el mundo se mueve… Todas estas cosas y más, te llegan a hacer sentir esa felicidad. Sí, puede que no sea eterna en sí, pero son momentos de plenitud en los que no hay deseos en tu alma, y sólo sientes el momento y dejas que las sensaciones te embarguen, demostrando que son parte de ti.

Puede que las cosas no sean eternas… Pero mientras que algo lo puedes sentir en tu interior, como algo que se detiene en tu interior, y te hace no querer nada más... ya es algo que puedes considerar como eterno… Al menos, lo consideras en el momento… :)

jueves, 2 de septiembre de 2010

Ángel que no vuela

Lo más seguro es que aún no esté volando. Lo más seguro es que aún siquiera haya comenzado a elevar mis alas.

Estoy en una etapa, en la cual me cuestiono todo, o casi todo... Digo "casi" porque lo que no conozco no lo puedo cuestionar.

Pero ahora, en esta noche, una duda se mueve por mi cabeza... No puedo amar? Se supone que el amor es un sentimiento bello, por el cual debo sentirme dichosa si soy correspondida... Pero las dudas albergan en mi mente...

No me gustaría que esto fuese leído... No. Pero claro, si lo pongo aquí, evidentemente alguien lo leerá... Pero porque necesito ponerlo... Necesito decir lo que siento en esta calurosa noche...

Quizás lo que ocurre es que soy demasiado sensible... Pero quién lo entiende? Únicamente los que también son capaces de sentirla en su interior...

Quizás lo que pasa es que no sé lo que busco y quiero... Por ello no sé dónde ir, ni desde dónde partir...

Quizás, es que por mucho que me haya analizado a mi misma, aún hay cosas de mi interior que no sé resolver...

O quizás es una mezcla de todo un poco que se acumula en mi interior...

Parece ser que la única forma que he encontrado para hacer desaparecer lo que siento como problemas, es escribir... Pero no desaparecen, se quedan ahí, en algún lugar de mi ser... Y cuando creo que ya no tengo de qué preocuparme, aparecen...

Quizás sea un aviso desde mi interior, intentando indicarme mi camino... Sólo que no sé escucharlo bien, y así mi dilema nunca termina...

Quizás debería pensar menos, y dejarme llevar más... Y que sea lo que deba ser, sin sentirme tan turbada. Pero no lo logro aún... Es como si todo lo que mueve al mundo, me cayese encima.

Y ahora viene mi pregunta... Amo porque de verdad lo siento así? O porque de algún modo me he visto obligada a sentirlo? Es más, verdaderamente amo, o es una ilusión que he creado en mi interior? Una ilusión, sobre la cual me sé todas las respuestas. Con lo cual, si me preguntan, sabré contestar... Pero porque de verdad lo sienta así? O porque me sé la teoría?

Ahora, pienso que debería de liberarme de todo... Sentir que tengo alas y puedo volar... Aunque no sea para descubrirme a mi misma, sino para abrir mis ojos ante las cosas que me he estado privando... Y en este camino, irme descubriendo más.

Escasamente ayer, leí una frase que decía "Nací para ser libre. No me atéis, porque el dolor rompería mis alas y destrozaría mis sueños"... Me sentí identificada a más no poder...

Seguiría escribiendo, pero prefiero parar...

miércoles, 25 de agosto de 2010

Existencia


La pregunta del porqué de la existencia podría decir que es de las más profundas, la cual ninguno de nosotros es capaz de evadir en algún momento de nuestra vida.

¿Por qué soy humana y no un animal? ¿Por qué soy madrileña en lugar de yemenita? ¿Por qué he nacido, y no “fallé” en mi formación en cigoto?

Podríamos pensar que lo que nos hace ser humanos está dentro de nosotros y es como una fuente de la que emana nuestro ser y el sentido de nuestra existencia. Podríamos pensar también, que nuestra existencia está totalmente realizada o, tal vez, que somos como una arcilla informe que se va modelando, como lo haría un artesano, con cada una de nuestras decisiones.

Si la existencia la miramos desde el punto de la negatividad, si la existencia careciese de sentido, cabría la pregunta de “¿por qué existimos?”. Sin motivación, sin ganas de contestar, simplemente, existimos porque sí, nuestro trayecto en la vida sería caminar hacia la nada (aquí entraríamos en otra duda, qué es la nada... pero no viene al caso).

El primer paso es ponerle sentido a nuestra existencia. Somos seres capaces de amar, soñar, pensar, odiar, esperar, reflexionar... Yo diría que nuestro sentido de existir es el autoconocimiento.

El hombre es diferente al resto de la naturaleza. Pero encontramos algunas semejanzas al reino animal. Ambos cumplimos las funciones básicas: nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. A diferencia de los animales, nosotros podemos pensar y ser conscientes de lo que hacemos. Si un animal se pasea por un lago y le ataca un cocodrilo, la próxima vez ese animal no se volverá a acercar a esa parte del río, porque el animal asocia esa zona con el “peligro”.

Desde el momento de la propia existencia, se considera que necesitamos de otros. Necesitamos no sentirnos solos. La soledad no es sentirnos como indica la palabra, solos. Sino sentir que no hay nadie que nos escuche. Por eso cuando encontramos a alguien que nos escucha, encontramos una razón de existir, porque tenemos a alguien que escucha lo que decimos. Esta sería una razón de egoísmo humano. Esto me ha recordado que, hace tiempo, pensando, me vino una reflexión a la mente, la cual comenté a un amigo: “Fíjate lo egoísta que llega a ser el ser humano, que no queremos a la otra persona por lo que es en sí misma, sino por lo que representa su existencia en nosotros”.

(Esto lo escribí hace tiempo, para un trabajo de clase)

martes, 6 de julio de 2010

Sentiré desde la lejanía... (Matiz al final añadido)

Se suele decir que cuando algo empieza, puede llegar a acabar.

Que un “hola”, va finalizado por un “adiós”.

Hoy me he preguntado que por qué no existe algo que sea capaz de grabar mis pensamientos según van cobrando vida en mi mente… Ya que luego a mi me cuesta lo suyo intentar ordenar mis pensamientos. Se me amontonan en la mente, y allí les llego a encontrar sentido completo. Pero luego, cuando quiero plasmarlo en papel, me cuesta ordenarlo de tal manera que siga teniendo la misma esencia que tenía en mi cabeza… Pero en fin, al menos, puedo intentar plasmar similitudes… =)

Esta noche, me gustaría escribir algo que llevo tiempo queriendo escribir… Pero no he llegado a ponerme a ello (hasta ahora…).

No quiero andarme con muchos rodeos, simplemente, quiero escribirlo, caiga como caiga…

No sé si tú lo leerás… Por una parte, me gustaría que lo leyeses, pero por la otra, preferiría que se quedase en un escrito más de los míos, de los cuales supongo que tú no habrás leído…

Te quiero… Te amo cómo jamás he amado a nadie… Cuando nos conocimos, ya sabes que me llamaste la atención, que tenías algo que me atraía a querer conocerte. Y nos conocimos… Unas cosas llevaron a otras… Y acabamos juntos…

Sí, me gustabas… Y yo sabía que me querías… Y aunque estaba nerviosa, estaba feliz…

Pero con el tiempo, me empecé a sentir extraña… Hasta hace relativamente poco no supe qué es lo que me hacía sentirme así. Lo que me hacía sentirme así era que estaba enamorándome de ti… cada vez más… He querido a mucha gente en mi vida, pero lo que sentía por ti, era más fuerte… Me hacía perder los sentidos, sentirme mosqueada conmigo misma, odiarte por ciertos comportamientos, pero no poder dejar de quererte aún así, tenía miedo al fracaso, miedo al compromiso, miedo a no ser suficiente para ti… Todo esto chocó en mí hasta tal punto, que me volví una gilipollas… Y tomé la decisión más idiota de toda mi vida…

Si soy sincera, no me arrepiento de mi decisión… Y sé que aún te sigo queriendo…

Dudo que este amor se me vaya… Has dejado un gran recuerdo en mí sentimentalmente… =)

Pero quiero que sepas que, aunque yo esté con otra persona, y tu también estés con otra, te seguiré queriendo desde la lejanía… Que aunque nuestros caminos se separen, te seguiré viendo en mis recuerdos… Que aunque “nuestra chispa de amor” (llamémoslo así) se haya “ido”, aún así, seguiré susurrando en mi mente tu nombre cada vez que mire a la lejanía…

Y yo, lo que espero… Espero que no me olvides…

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Podría haber borrado esta entrada. Podría haber hecho otra que negase esta. Eso es lo de menos. He preferido escribirlo aquí, día 1 de noviembre de 2010.

Cuando escribí esto, me sentía confusa. Y claro está está, hay cosas por las cuales te sientes segura en el momento en que las sientes o vives. Precisamente yo soy de las que dicen "no hables del futuro como si lo conocieras, ya que te puedes llevar sorpresas porque el futuro es muy incierto". Pues yo, cuando escribí esto, estaba convencida de que en un futuro me ocurriría lo que aquí expuse. Ahora, ahora me doy cuenta de que no. He sido hipócrita conmigo misma dos veces: por decir "no hables del futuro" y luego yo hablar del futuro, y por asegurar que sentiría algo que no siento.

Yo creo que con esto, sin más explicaciones, doy a entender lo que pretendía...

Digo lo mismo que he dicho al principio de esta nota: podría haber borrado esta entrada y ya está. Pero prefiero no hacerlo, ya que forma parte de algo que fue (y se podría decir que sigue siendo) algo mío, y no quiero negármelo cómo si no hubiese existido.

viernes, 25 de junio de 2010

Pensamientos...


Me odio por ser como soy...

Por querer cosas inalcanzables, acabando con resignación por no poder tenerlo...
Por seguir caminando con los ojos cerrados...
Por querer ser mejor de que lo que soy, sin darme cuenta si lo consigo o no...
Por ser tan sensible que mi alrededor me altera...
Por no parar de temblar...
Por no dejar de llorar en mi interior...
Por no poder comer...
Por no tener fuerzas para caminar...

Por qué me duele?
Me duele despertarme de los sueños... Quisiera que la noche no acabase, y que mi dormir fuese eterno... Que mis sueños, no se desvaneciesen al despertar, mostrándome la realidad... Mi realidad...
No quiero olvidar... Aunque me esté haciendo daño a mí misma. Me da igual. No quiero olvidar... Forma parte de mí. No quiero olvidar ni a nada, ni a nadie...

Dicen que las experiencias dolorosas son las que te hacen crecer personalmente...
Pero qué hacer cuándo tu mente y tu cuerpo se contradicen?
Qué hacer cuándo en tu interior sabes que debes crecer, pero te niegas a aceptarlo?

Tal vez pienso demasiado las cosas...
Tal vez pienso en demasiadas cosas...
Tal vez busco demasiado las 10 patas en un gato...
Tal vez dramatizo demasiado las cosas...

Pero... qué le voy a hacer? Me duele guardar las cosas en mi interior... La gente me dice "pero sácalo", y yo siempre me niego... Hasta que ello sale por sí sólo...
De todo lo que he aguantado dentro de mí, debería de ser más fuerte, no?
O ya lo soy, y aun no me he dado cuenta de ello?
O quizás es sólo que soy tan exigente conmigo misma que ansío más...

No lo sé... Pero, quién dijo que la mente tuviese sentido?

jueves, 24 de junio de 2010

Si no recuerdas volar...


Esto fue algo que escribí hace bastante tiempo... y me gustaría ponerlo aquí... Ya que es algo que aún siento... =)

2 de May, a las 12:25

¿Qué harías si fueses un águila... encerrada?
Antes eras un ave libre, voladora, viva... Y ahora te encuentras en tu prisión... La puerta está cerrada, no se puede abrir...
Ya no eres libre, ya no sientes el aire en las plumas, ya no sientes la sed de la vida.
¿Qué te queda? Sobrevivir sin ánimo de vida en tu celda, con tus únicos recuerdos pasados... Ahora ya no eres como eras antes.
Con el paso de los días, te acostubras a estar encerrada. Viviendo sin sentir la vida. Y ya no sientes la necesidad de salir de dónde te encuentras... porque ya te has acostumbrado. Simplemente te limitas "a estar". Una existencia más, un ser "vivo" más, un ave más.Un día te das cuenta de que en esa celda hay unos barrotes por los cuales puedes pasar, y salir de ahí.
Esto te causa impresión, pero no sientes deseos de salir... Tu "yo" que anteriorment
e sí que sentía este deseo, ya no está dentro de ti. Pero aún así, te decides a asomarte. Sacas una pata, luego la otra, andas un poco. Pero tu prisión se encuentra en un lugar empinado... y no puedes bajar andando. Miras al frente. La salida a tu libertad se encuentra allí... Pero, ¿y si ya no recuerdas volar?

Bajas la cabeza, y vuelves a entrar en tu prisión... Una vez dentro, giras la vista. Sí, en la lejanía puedes distinguir esa libertad... Vuelves a sentir en tus recuerdos en aire bajo tus alas, vuelves a oir el murmullo silencioso de aquella que fuiste... Sientes una gran melancolía recorriéndote. Pero no tienes fuerzas... Ese paso de tiempo encerrada ha hecho que tus fuerzas se desvanezcan, dejando contigo esos únicos recuerdos...
Podrías salir y volar. Ya has visto dónde está esa abertura, ya has contemplado de
sde la lejanía tu salida a la libertad, tu salida a volver a ser el ágila que fuiste en un pasado...

Pero... ¿y si no recuerdas volar?

Hola =)


Bien... En principio, este Blog lo creamos una amiga y yo, por un trabajo de clase... Pero luego, ya que ya han acabado las clases, decidí quedármelo...
Así que nada... En este blog, escribiré pensamientos y demás... Tengo otro blog que está destinado más bien a chorradas varias. Si pincháis aquí entraréis en él.
Espero no aburrir con algunas de mis historias, y pensamientos, y demás... Que a veces cuándo me da por escribir, me da por escribir, y puedo llegar a ser lo más ambiguo que hay...


Si queréis saber cómo soy... Bueno, me podéis ir conociendo según lo que vaya subiendo, y tal...
Yo me considero simpática, que ya es algo, no? xD
A sí... Y tengo dos signos zodiacales... Se supone, que soy Capricornio. Pero hace un par de años, descubrí que también podía ser Acuario. Así que ahí se quedó la cosa... siendo ambos signos porque nací entre ambos xD.
Y bueno, por ahora, creo que vale... Me voy a dormir... xD