viernes, 1 de octubre de 2010

Tu propio rumbo


A veces, cuando uno toma una decisión, puede afectar a terceras personas. A unos les afecta más directamente que a otros, o puede ser que en realidad no les afecte.

Sí, tenemos que tener cuidado con las decisiones que tomamos, ya que se pueden ver otros incluso involucrados.

Pero hay veces, que esa decisión que tomas es para dirigir tu vida. Puede que eso afecte a alguien de una forma directa… Pero al fin y al cabo, es tu propia vida y tú decides por dónde encaminarla.

Puedes satisfacer a los demás. Claro, que esto no significa descuidarse a uno mismo. Sino que simplemente actúas de forma que intentas que las cosas vayan lo mejor posible, de forma que al volver a casa, estés contento contigo mismo sobre cómo han ido las cosas. Pero en el momento en el que se te ocurre pensar un poco en ti, sólo en tu propia persona, parece que a las terceras personas les molesta. “Qué pasa? Ya no te importo, verdad?”, eso es lo que ellos pueden pensar. Y qué te ocurre? Que tú te sientes mal.

Pero verdaderamente deberías sentirte mal? Estás escogiendo tu propio camino. Sin perturbar a nadie. Simplemente, escoges por dónde tú mismo quieres ir o sientes que debes ir. Es tu vida, no la de ellos… Así que debes escoger en tu vida sintiéndola como tal: tuya. Las personas, sólo tenemos dos cosas que son verdaderamente nuestras y que no hemos de permitir que nos las arrebaten: el libre pensamiento y la vida. Si nos las quitan, quedaremos como productos de esta sociedad, o como productos de lo que las terceras personas han hecho de nosotros…

Ellos, ellos están llevando a cabo su día a día. Por qué tu no vas a poder? Qué vives? Para complacerles? Está bien no abandonarles, porque no es eso… Pero si interfieren en tu rumbo hacia tu camino, has de pararles… Porque si no les paras tú, te pararán ellos a ti, y no podrás avanzar. Y seguramente, eso te acabará haciendo sentir que eres infeliz, ya que no has seguido tu camino, tu propio camino… Sino que has tomado el que los demás han querido para ti.

Llegará un día, en que tengas que alzarte, y recuperar el timón de tu barco y, nuevamente, a la mar, a dónde te lleven las olas… Allá dónde se encuentre tu camino.

Y si pierdes marineros por el camino, te dolerá… Pero si has de querer ser feliz llevando tu propia vida, a ser infeliz llevando la vida de otro, iza las velas, y rumbo a tu lugar…

Y si te chocas y te hundes, no te alarmes… Reconstrúyelo y sigue hacia adelante. Hundiéndote y reconstruyéndote aprenderás a ser más fuerte y, quién sabe, quizá logres llegar a tu meta, o a lo que sientas más parecido a ella.

Si hay terceros que se han sentido ellos mismos involucrados (indirectamente), tal vez suene un poco "egoísta", pero ellos, ellos van a llevar su vida adelante. Tú, si tomas el camino de ellos, no. La vida es así, egoísta. Tenemos que pensar por nosotros mismos, porque sino, no seríamos nosotros.

Lo importante, es que tomes la decisión que tomes sobre tu propia vida (sin incluir a nadie más), y que logres llegar a ser quién tú eres, sin verte atado a una vida que no sientas como tuya…

No hay comentarios:

Publicar un comentario