La vida es cómo los dados... Una vez lanzados, dan vueltas sobre sí mismos hasta que deciden su propio rumbo...
viernes, 29 de abril de 2011
Qué entendemos por amor
martes, 29 de marzo de 2011
Recordé...

Y la otra noche recordé…
Recordé cuando era pequeña.
Recordé a una persona que era cinco veces mi estatura, con una sonrisa que asomaba cada vez que yo aparecía. Unos brazos que me elevaban en el aire cuando yo me acercaba, los mismos que me abrazaban cuando lloraba o sonreía tímidamente. Una mirada tierna, que reflejaba la mayor alegría del mundo.
Recordé aquél día que, jugando, le lancé una moneda a la cara, despertándole de su sueño. Y recuerdo cómo se cabreó… pero sin inmutarse siquiera e incluso me sonrió al ver que fue sin querer.
Recordé aquellas mañanas que yo no quería madrugar, y él me tenía que llevar a clase. Siempre llegábamos tarde por mi culpa…
Recordé cuando me hablaba y yo escuchaba, como si de un cuento se tratara, sentada en su regazo, en aquél sillón del salón que ahora ya no existe. Cuando, siendo yo más pequeña, enredaba con sus gafas quitándoselas y volviéndoselas a poner, e incluso jugueteaba con sus mofletes dándoles pequeños golpecitos con el dedo… Él jugaba conmigo y hacía como si me fuese a morder… Yo reía, divertida… Junto con él.
Recordé aquellas palabras que él siempre me repetía al oído… Las únicas palabras que aún conservo en mi recuerdo como fueron siempre, con su sonido original… “Eres la nieta más guapa de todas las nietas”.
Ya es tarde… Muy tarde. Pero entonces, cuando todo ocurrió (o acabó, como se quiera mirar), comprendí que es verdad el sentir arrepentimiento… Arrepentimiento por, al haber crecido, haberme distanciado de aquello que tantas risas originó en mí. Aquello que me cuido cuando era pequeña. Aquello, que no era otro, sino mi abuelo.
Y ahora, ahora no puedo evitar llorar según escribo esto…
No recuerdo la última vez que le vi… La última vez que hablé con él.
Parece mentira… que recuerde tan bien la época que viví con él siendo una niña pequeña, que la que viví con él no hace ni dos años.
¿Dónde se ha quedado el recuerdo? En los años inocentes de mi vida… Cuando sólo reía y jugaba, y él era el protagonista mientras estaba conmigo.
domingo, 27 de febrero de 2011
Algo del mundo...
Esta es una conversación que hemos tenido un amigo y yo...
Últimamente, siento como si las palabras hubiesen dejado de fluir por mi mente, y que la única forma de que salgan, es manteniendo una conversación... Así que, dicho esto, aquí dejo la entrada.
Hazu dice:
Pregúntale a cualquier tía de 18 años sobre las putadas de su vida. Verás la de gilipolleces que te dice…
Crynia dice:
Hay tías y tías, y en verdad... yo hace mucho tiempo que perdí la fe en la raza humana…
Hazu dice:
Yo desde que tengo uso de razón igual. Mmmm, si tuviera tu problema, creo que me iria un año de ayuda humanitaria a algún país de África, o Sudamérica. Eso te cambia completamente la forma de ver la vida.
Crynia dice:
En verdad, a mi creo que me gustaría alguna vez hacer eso. Solo que bueno... Una parte de mi está convencida de ello, mientras que a la otra la cuesta…
Hazu dice:
Yo lo he pensado muchas veces… y no me quiero morir sin haber hecho nada de provecho en la vida y qué mejor que ayudar a la gente que de verdad lo necesita, ¿no? No quiero una vida de estudia-trabaja-ten hijos y esposa-jubílate-muere.
Crynia dice:
Me ha hecho gracia, pero sí, está bien explicado. Oye, pues cuando pienses hacerlo, y si seguimos en contacto... Avísame. Una cosa... ¿tú te unirías al Greenpeace?
Hazu dice:
Mmm… No lo creo. Antes que salvar un futuro para este mundo, salvemos a los que en este mundo no tienen un futuro. No me parece nada mal, pero prefiero ayudar en otra cosa.
Crynia dice:
Ahora que has dicho esto, lo he visto todo unido... En plan de “si salvas a los que no tienen futuro, ¿en qué futuro van a vivir si el mundo no ha llegado a dicho futuro?”
Hazu dice:
También lo he pensado, pero resulta que tengo casi asumido que mis nietos van a vivir en un mundo de mierda (más que este). Quieras o no, nos lo vamos a cargar. Estamos demasiado controlados como para poder cambiar cosas así. El mundo lo controlan un grupo de personas, y si les beneficia joder la capa de ozono lo van a seguir haciendo…
Crynia dice:
Somos perros y vacas en esta sociedad… (Comparación hecha por un primo mío, muy bien hecha, por cierto…)
Hazu dice:
Bien expresado. Por cierto, te gustaba leer, ¿no?
Crynia dice:
Sí.
Hazu dice:
¿Te has leído “El club Bilderberg”?
Crynia dice:
No… ¿De qué trata?
Hazu dice:
Trata de que el mundo está controlado por un club (Bilderberg) que son unas 100 personas que se reúnen una vez al año y deciden qué es lo que va a pasar con el mundo… Gente conocida. Están, por ejemplo, los reyes de España, David Rockefeller, gente con dinero o con poder político o militar, o gente importante de la prensa. Se reúnen y es completamente privado. Nadie sabe lo que dicen. Lo que se supone que es ilegal siendo ese tipo de gente... Se explica con datos muy concretos y creíbles.
Crynia dice:
Pues lo que va siendo, tal y como seguro que está el mundo en la realidad... Si en el fondo, seguimos siendo el pueblo… Lo que pasa es que, por ejemplo, nosotros podemos exigir remedios, pero nosotros no sabemos si hay "científicos" rompiéndose la cabeza para intentar solucionarlo, y a parte, no hay dinero (al menos aquí en España) para costear estas cosas... El dinero se va a obras o a trajecitos monos para "La Lety”.
Hazu dice:
Eso es. Y como el mundo se va a la mierda y esa gente son gentuza, todo lo que quede dentro de unos años lo van a tener ellos y a nosotros nos van a dar por el culo, hablando “finamente". Pero bueno, sigo viviendo feliz porque harán lo que quieran, pero siempre habrá cosas que no me podrán joder.
Crynia dice:
¿Cómo por ejemplo?
Hazu dice:
Por ejemplo, mi música… que tanto me ha dado y me dará; el dormirme mirando la luna... O estas conversaciones.
Crynia dice:
La mente sigue siendo nuestra...
Hazu dice:
Y es mucho más valiosa que la suya.
martes, 11 de enero de 2011
He de dejar fluir...
jueves, 23 de diciembre de 2010
Memorias. Enfermedad fantasma

lunes, 29 de noviembre de 2010
Rojo y Azul
Siempre en secreto. Cada vez que hablaban sobre ellos mismos, era en secreto.
Un ella y un él les camuflaban… Camuflaban la belleza que les unía.
Pero ambos eran conscientes de ello. Aún así, siguieron comportándose como si nada… Camuflándose… Y sabiendo que eso era inútil ya que ambos se conocían.
Y por fin, aquel día, ese anonimato del que ambos eran conscientes, desapareció. Ella cobró nombre y rostro. Él también. No era un secreto, pues, eran conscientes.
Pero que sonido más bello, aquel que hizo que ambos pudiesen tener nombre. Que ambos se hablasen por fin de “tú”…
Dejaron la belleza de la poesía del desconocimiento para adentrarse en una nueva… Otro arte, pero sin hacer que esta belleza disminuyese.
Sí… Ambos permanecerán unidos. De una forma u otra, eso será lo de menos mientras que las dos almas permanezcan unidas… Tal y como llevan desde el momento en que crearon contacto. Tal y como llevan desde el momento anterior a verse los rostros… Tal y como llevan desde que sintieron que sus almas estaban conectadas, unidas.
Ahora, la Flor tiene sus pétalos elevados hacia ese nuevo Sol que apareció ante ella, ese Sol que la hizo dejar de morir… Mientras que escucha los trinos del Ave, aquellos trinos que no la abandonan… Aquellos trinos que comparte su alma…
La Flor, entre dos colores… El Azul representando al Ave, a sus Almas… Y el Rojizo mostrando al Sol, ese Sol que la ayudó a Renacer.
Ambos importantes… Ambos necesarios… Uno comparte su Amor y el otro su Alma.

martes, 23 de noviembre de 2010
Brisa
¿Recuerdas?
Antes te visitaba todos los días.
Antes me saludabas incluso aunque la distancia nos separase. Pero la distancia no era grande, ya que tu venías conmigo…
Cada árbol, mar o cielo, cada brisa de aire… Me susurrabas palabras que nunca supe entender, pero lograbas que las sintiese dentro de mí… y que no quisiese marcharme de allí…
Y en este momento, nuevamente siento tu falta…
¿Dónde estás, mi maravillosa brisa?
A veces siento que me llamas… Tu susurro es débil, pero aún así llega a mí con fuerza…
Cuando regrese, ¿volverás a volar conmigo por las ondas que creas en las hierbas?
Eres parte de mí y siempre lo has sido… Eres mis raíces. Y aunque no te entienda cuando hablas, lo siento dentro de mí.
Y ahora me queda recordarla, sabiendo que nos volveremos a fundir, cómo hacíamos en antaño… Aquellos días en los que yo seguía su voz con las ideas, provocándome paz y emoción.
Necesito sentirte… Volver a sentir que eres parte de mí.
Que me hagas ver si estoy haciendo lo correcto… Eres parte de mi camino, un camino en el cual me pierdo y me encuentro…
Coge mi mano... Cómo hacías antes.
